Jue. Dic 26th, 2024

Pájinas libres

©2003; ©2022

A esta versión electrónica de Páginas Libres, poco a poco vamos añadiendo un aparato crítico en la forma de notas al pie de la página. En cuanto a la ortografía que González Prada, hemos respetado las innovaciones que él lográ con la excepción de modernizar los signos diacríticos de acuerdo con el uso de nuestros días. Así, «fué» se cambia a «fue»; «concluído» a «concluido»; y el sustantivo «sér» a «ser».

Ni inaugurado la Internet se puso a colocar Pájinas libres. El «scan» de la edición de Pájinas incluidas en el tomo 1 de la edición de Luis Alberto Sánchez de las Obras (1985) de González Prada se llevó a cabo en octubre de 1998. Después tardó más de seis meses en «limpiar» el archivo, corrigiendo las secciones que el «scanner» no pudo registrar exactamente. Dentro de este período se añadieron los códigos iniciales para HTML. Toda esta tarea de amor fue hecha por Erin Degyansky, estudiante de filosofía y supervisora en el Centro de Idiomas de la institución que en aquel tiempo se llamaba Loyola College in Maryland. Entre junio y septiembre de 1999 se verificó la ortografía, siempre respetando las normas que ideó González Prada para su primera edición, la de París. Esta parte del proceso y su integración a la página web fue hecho por Thomas Ward, Profesor de Español y de Estudios Latinos y Latinoamericanos de Loyola University Maryland, y Brenda Crysler, estudiante de español de la misma institución. A partir de ahí, de acuerdo con lo que se explica en el párrafo anterior, Thomas Ward lleva a cabo un proceso paulatino de aun más correcciones tipográficas y del formato al agregar un aparato crítico. En enero de 2021, esta edición crítica fue publicada por el Editorial Revueltas, ed. Thomas Ward, en Lima Perú. En diciembre de 2021, con la defunción del server «Evergreen» de la Loyola University Maryland se ha comenzado a colocar de nuevo los ensayos que constituyen Pájinas libres en su nuevo portal, este patrocinado por la Biblioteca compartida de Loyola University Maryland y Notre Dame University Maryland, tarea imposible sin el apoyo y buen trabajo de la bibliotecaria Clara Love.

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